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  • El secreto de la Iglesia vieja de Biañez.

    El secreto de la Iglesia vieja de Biañez.

    Además de descubriros el secreto que oculta la Iglesia vieja de Biañez, os contaremos un poco la historia y curiosidades que rodean a las dos iglesias de este barrio carranzano.

    Índice

    El secreto de la Iglesia vieja de Biañez.

    La Iglesia vieja de Biañez cuenta con una obra de gran interés artístico. Se puede decir que única en la cornisa cantábrica y que cada año atrae a numerosos visitantes.

    Continuad con nosotros y os desvelaremos el misterio. Para ello, os pondremos antes en contexto.

    LAS DOS IGLESIAS DE BIAÑEZ

    Biañez es uno de los barrios de Karrantza. El municipio de más superficie de toda Bizkaia que cuenta con casi medio centenar de barrios, muy diseminados por su extenso valle. En este barrio se encuentran por ejemplo el Karpin Abentura y la Casa de Espiritualidad de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia asentada en lo que fue una casa de indiano conocida como “La Huertona”, junto a dos iglesias consagradas a San Andrés, la vieja y la nueva. Esta particularidad, la de contar con dos iglesias, no sucede en ningún otro barrio del valle.

    La Iglesia nueva y más grande está en el centro del barrio. Se inauguró en 1885, y es la que hoy en día se utiliza. Su construcción se llevó a cabo bajo mecenazgo del indiano Romualdo Chavarri, natural de este pueblo y gran benefactor del valle. El templo muestra las corrientes neomedievalistas que imperaban en la arquitectura religiosa de la época.

    Iglesia nueva de San Andrés de Biañez

    La antigua, se ubica al lado del cementerio, pudiéndose apreciar desde la cuesta que sube al centro del pueblo. Fue construida en 1497 y cerrada al culto en 1884, cuando se construyó la nueva. Es de estilo gótico de finales del siglo XV, propio del territorio.

    VIEJAS COSTUMBRES.

    En relación con el cambio de feligresía de una iglesia a otra cabe realizar un inciso. Antiguamente existía la costumbre de hacer los enterramientos en el interior de las iglesias, pues se tenía la creencia que cuando uno moría cuanto más cerca del altar de su iglesia le sepultaran más cerca de Dios estaría. Así, era norma que los linajes acaudalados pagaran al cura para ser inhumados lo más próximo posible al ara. Sin embargo, a finales del siglo XVIII un decreto de la Corona prohíbe esta tradición por razones de salubridad; comenzándose entonces a construir cementerios al aire libre en las inmediaciones de los templos.

    En Karrantza este decreto empezó a aplicarse ya en el siglo XIX, siendo coetáneo con el potentado indiano Romualdo Chávarri de la Herrera (1819-1899), persona de fuertes convicciones religiosas y que deseaba ser enterrado en la iglesia de su pueblo cerca del altar. Para sortear esta norma, Romualdo Chávarri decidió comprar la iglesia de San Andrés de Biañez. Tras convertirla en propiedad privada, la reformó mandando construir una cripta debajo del altar, donde reposar en un sencillo sepulcro.

    De esta manera, la antigua iglesia pasa a convertirse en un privilegiado panteón familiar. Para compensar a los vecinos que habían perdido su lugar de culto, fue por lo que encargó levantar la nueva iglesia y un cementerio.

    En la actualidad la vieja iglesia se ha reconvertido en un museo histórico del Valle de Carranza con distintas salas didácticas de exposición. Estas salas coinciden con las diferentes habitaciones en que Romualdo dividió el edificio religioso para dar alojamiento a unas beatas que se hicieran cargo de su panteón.

    Antigua iglesia de San Andrés de Biañez
    Antigua iglesia de San Andrés de Biañez

    EL INDIANO ROMUALDO CHAVARRI

    ¿Quién era realmente Romualdo Chávarri? Se puede contestar afirmando que uno de los mayores benefactores del valle, y por ende uno de sus personajes ilustres.

    Romualdo Chávarri y de la Herrera  nació en el barrio carranzano de Biañez en 1819. Era hijo de Francisco Chávarri Allende, un arriero que prosperó con el traslado de mercancías a Madrid. Estudió en Madrid y en 1842, con 23 años, a pesar de no ser de condición humilde emigró a Puerto Rico, donde ya residían algunos parientes. Allí comenzó a trabajar como dependiente en una mercería, convirtiéndose con el tiempo en socio y finalmente en propietario del negocio. Con el comercio de textiles y otras manufacturas logró atesorar una gran fortuna. En 1874, con 55 años, regresó a España y se instaló en la capital, donde incrementó notablemente su patrimonio con inversiones bursátiles e inmobiliarias.

    A pesar de su fortuna y de la moda de la época por parte de los enriquecidos indianos no se construyó una residencia en su Karrantza natal pero si realizó importantes aportaciones en la década de los ochenta del siglo XIX. Entre las grandes obras que realizó por su pueblo natal cabe destacar la construcción de la nueva iglesia parroquial, el cementerio, los salones de escuela, el lavadero, la fuente pública, el abrevadero, la traída de aguas y la carretera de enlace con la general Karrantza–Bilbao. Todos estos proyectos fueron diseñados precisamente por el ingeniero Urbano Peña Chávarri (1852-1941), sobrino de Romualdo. Además donó grandes sumas de dinero para el Hospital Asilo y para que el ferrocarril Bilbao–Santander pasara por Karrantza, nada menos que diez millones de pesetas de la época.

    Romualdo Chávarri murió soltero en 1899 repartiéndose su fortuna entre sus catorce sobrinos.

    UNA ESTATUA DESAPARECIDA

    Tras su fallecimiento, con motivo de unas obras de reforma, realizadas en 1902, en las escuelas que este benefactor había fundado en Biañez, otro de sus sobrinos, José Peña Chávarri (1845-1909), encargó y costeó la ejecución de dos copias en bronce de una escultura con su figura, representada de cuerpo entero sentado sobre una silla, destinadas a decorar los salones de las escuelas de niños y niñas.

    Las piezas, que fueron fundidas en los talleres de Masriera y Campins de Barcelona, son obra del escultor catalán Josep Montserrat Portella (1860-1923), discípulo de José Reyneés, y guarda gran parecido con la que hay del escritor Antonio María de Trueba en los Jardines de Albia de Bilbao.

    Aunque en principio estaban destinadas a decorar los salones del centro escolar, finalmente, una de ellas fue colocada junto a la capilla panteón de la familia Chávarri y la otra delante de la iglesia nueva de San Andrés de Biañez, rindiendo así Karrantza su particular homenaje a este personaje ilustre.

    Escultura de Romualdo Chavarri
    Escultura de Romualdo Chavarri frente a la Iglesia nueva

    Desgraciadamente, en mayo de 2012, una de estas dos esculturas gemelas, en concreto la que se encontraba en el recinto de la iglesia vieja de San Andrés de Biañez, fue robada a plena luz del día. Si bien, debido posiblemente a las prisas y a su peso, no se pudieron llevar toda la pieza. Solo sustrajeron la imagen del filántropo, dejando la peana que la sustentaba, igualmente de bronce y de unos 200 kg de peso.

    LA HUELLA DE LA MASONERIA.

    Otra de las intrigas que despierta el interés de los visitantes es este pedestal. A diferencia de la mayoría de los monumentos decimonónicos, en los que el basamento actúa como mero soporte arquitectónico; en este caso, también es un medio para exaltar las contribuciones y los valores del homenajeado con la inclusión de una minuciosa exposición alegórica, conforme a la vanguardia del momento. La cara principal está presidida por cuatro cartelas, decoradas con relieves ilustrativos de las obras que en el pueblo realizó (anteriormente referidas), rodeadas por hojas de laurel, en reconocimiento a la erección de estas construcciones. Las otras tres caras presentan una colección ornamental de clara simbología masónica; al incluir elementos tan evidentes como un libro abierto, unas hojas de acanto, un compás sobre el que se cruzan dos plumas, una columna o una lámpara de aceite.

    Curiosamente, este pedestal con anterioridad a su última ubicación, y lógicamente al robo de la figura, estaba desaparecido. Se encontró con ocasión de unas excavaciones que se realizaron en el entorno de la primitiva iglesia de San Andrés de Biañez.

    Caras del pedestal de la estatua de Romualdo Chavarri

    UN RETABLO TRAS OTRO

    Hasta aquí el por qué de dos iglesias en Biañez y la historia de un gran benefactor del valle. Pero el principal interés de la Iglesia vieja de Biañez y que le confiere una mayor singularidad estriba en las pinturas murales del testero. Un secreto oculto hasta 1990.

    Se trata de un retablo mural pintado, considerado el más importante de la cornisa cantábrica, tanto por su data, de finales del siglo XV principios del XVI; como por su tamaño, mide 92 metros cuadrados. No se ha hallado ninguno tan grande con esa antigüedad.

    La casualidad quiso que ante el deterioro en el que se encontraba el templo durante las obras de restauración en 1990 de la cubierta de la iglesia, tuvieran que desmontar el retablo de madera del siglo XVIII. Fue entonces cuando saltó la sorpresa. Descubrieron la existencia de una decoración pintada que ocupaba toda la superficie del testero con la representación de un retablo fingido datado entre los siglos XV y XVI, de estilo tardogótico o de transición al renacimiento.

    UN RETABLO OCULTO Y FINGIDO.

    Se cree que en aquella época los habitantes de Biáñez no disponían de medios económicos para pagar un retablo de madera y encargaron a un pintor local anónimo la realización de uno fingido. Tiene un marcado acento dibujístico, con colores básicos, blancos, negros y ocres no demasiado matizados. El estilo en general es algo tosco, pero cumple perfectamente con su función devocional.

    El mural está concebido a modo de un retablo tradicional recubierto de información gráfica eminentemente narrativa. Se configura en tres calles verticalmente, algo más anchas las laterales, separadas por pilastras poligonales; horizontalmente tiene banco, tres pisos y ático. En el fresco se desarrolla un amplio programa descriptivo de escenas extraídas de La Pasión de Cristo como tema principal, la Última Cena y el Martirio de San Andrés.

    HISTORIAS PINTADAS.

    Aunque el deterioro es apreciable, puede leerse en el banco una figura de santa con un libro, correspondida a la derecha por tres santos más. En el rebanco llama la atención la dimensión de la Santa Cena con las cartelas identificatorias encima de los comensales. La casa de la izquierda es para la Flagelación. En el piso primero, la historia central se reserva al Martirio de San Andrés en la cruz aspada, mientras que a los lados se disponen el Camino del Calvario y el Santo Entierro. El segundo piso tiene a la izquierda la Elevación de la Cruz, al centro el Descendimiento y a la derecha la Quinta Angustia, con el cadáver de Cristo en brazos de María. El ático es para el Calvario completo, incluidas la Magdalena y los ángeles, además de los dos ladrones, el de la derecha junto a un animal que representa al demonio. Aparte, como ocurre en los retablos de madera de la época, pueden verse estacionadas en las pilastras, figurillas pintadas de santos como Santa Lucía, Santa Águeda o San Sebastián.

    Por lo demás, las caracterizaciones, indumentarias y armaduras de los soldados nos dan pistas para fechar las pinturas a principios del siglo XVI.

    Los elementos decorativos de la estructura del retablo son de lo más interesante del conjunto. Los motivos de grutescos propios del plateresco, son de una novedad absoluta para la zona en que nos encontramos. Deberíamos ir bastante lejos del valle para encontrar algún modelo, en relieve o tallado en madera, que se le parezca.

    Visitas a la Iglesia vieja de San Andrés.

    Este retablo se puede contemplar mediante una visita guiada. La visita es de una hora aproximada de duración. Además se explicará la relevancia histórica de los indianos, vecinos enriquecidos en las Américas y que poblaron la comarca con sus lujosas mansiones.

    Respecto a los horarios y días para realizar la visita es indiferente siempre y cuando se realice la reserva previa. Ahí se concretará la hora y el día con el guía, incluido sábados, domingos y festivos.

    Si tienes cualquier duda en Gailurretan te informaremos en detalle sobre la visita guiada. Esta visita está incluida en nuestra experiencia gastro-actividad.


    Cómo llegar a la Iglesia vieja de San Andrés.

    La mejor referencia tanto para los que estáis en Carranza como para los que vengáis por la costa (A8) o por el interior (puerto de la Escrita) es la carretera BI-630 (Carranza-Balmaseda).

    Si ya estáis en Gailurretan (Barrio de Lanzas Agudas) o lleguéis por la costa, una vez en la gasolinera, dejáis una fábrica de lácteos a vuestra derecha para un poco más adelante desviaros a la izquierda hasta llegar casi al pueblo de Biañez donde tomareis la desviación a la izquierda para llegar al cementerio y la iglesia vieja.

    Para los que acudáis por el interior, al llegar al barrio de El Callejo, tomareis un desvío a la derecha que os conducirá al barrio de Biañez, por la carretera que sube al Karpín.

    Otros lugares de interés cercanos a Biañez

  • Museo Antigua Fábrica de Dolomitas: una excursión al pasado industrial.

    Museo Antigua Fábrica de Dolomitas: una excursión al pasado industrial.

    En un entorno de gran belleza paisajística como es el Parque Natural de Armañón, podrás encontrar un vestigio de lo que en el pasado fue el pulmón económico y social del Valle de Carranza: el Museo Antigua Fábrica de Dolomitas.

    Dolomitas, el vestigio minero del Valle de Carranza.

    El Museo Antigua Fábrica de Dolomitas nos ofrece la oportunidad de retroceder en el tiempo al momento en que la fábrica jugaba un papel muy importante para el Valle de Karrantza y para la industria de Bizkaia. Este museo nos ofrece la oportunidad de conocer parte de nuestro patrimonio industrial de una forma diferente.

    EL PASADO INDUSTRIAL DE BIZKAIA

    Un museo, que a diferencia de restarle encanto al enclave natural, se integra en el paisaje para así mostrar al visitante, la verdadera esencia de la zona. No solo evoca la revolución industrial de la época, sino que también, las historias de muchas familias que hicieron de ella su modo de vida.

    En los años de esplendor de la industria vasca del siglo XX, el barrio carranzano de Ambasaguas, era el punto neurálgico de la zona, gracias a la fábrica que explotaba el yacimiento de dolomía de Peña Ranero.

    Precisamente, es con las labores de explotación de la cantera cuando se encuentra la impresionante Cueva de Pozalgua. Tal era la unicidad del descubrimiento, que la actividad minera tuvo que cesar para preservar la cueva.

    RECONOCIMIENTO

    La fábrica, lejos de ser derruida y olvidada, fue reabierta como museo en 2015, manteniendo eso si una quinta parte de la construcción original.

    Por ello, ya en 2002 el Gobierno Vasco inscribe a Dolomitas como Bien Cultural, con la categoría de Monumento, en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco, incluyendo la estación de carga así como la de trituración junto a Pozalagua y cinco silos junto a la estación de descarga y la chimenea en Ambasaguas.

    Asimismo, dicho Museo Dolomitas forma parte de la Red Vasca de Recursos de Turismo Industrial de Euskadi, constituida para poner en valor el patrimonio y el pasado minero de sus territorios, aspirando en un futuro a ser reconocido con la distinción «Anchor Point» de la Red Europea de Turismo Industrial (Red ERIH).

    UN POCO DE HISTORIA

    En plena posguerra, a finales de 1946, la empresa Dolomitas del Norte S.A. solicitó autorización para instalar en Carranza una fábrica de productos magnésicos derivados de la dolomía. Tras la concesión, la empresa adquirió un terreno en Ambasaguas, emplazado en la confluencia de los ríos Mayor y Callejo, en las proximidades del ferrocarril Santander – Bilbao. Allí construyó las instalaciones de la fábrica en 1947.

    Esta empresa se había constituido en 1945 para la explotación de canteras y minas de cualquier clase, siendo sus fundadores D. Serafín de Abaitua, D. Domingo Sarachaga Aza y D. Higinio Carral Herrero. En concreto, la fábrica de Ambasaguas se dedicaría a la obtención de material refractario básico para los hornos metalúrgicos de la industria vizcaína, a partir del fritado de la dolomía, que se serviría entre otras grandes industrias, a la siderurgia de Altos Hornos, la más importante del siglo XX.

    LADRILLOS DE DOLOMIA.

    En los primeros años la materia prima, la dolomía, provenía del llamado Coto Domingo en la concesión Encinalacorba que esta empresa tenía en el vecino municipio cántabro de Gibaja, separado del Valle de Carranza por las Peñas de Ranero. La piedra era transportada desde la cantera hasta dicha fábrica. Primeramente descendiendo mediante un cable de vaivén hasta La Venta, un apartadero del ferrocarril de Santander a Bilbao situado al nivel de la carretera de Vitoria a Ramales, y después transportándola mediante vagones o camiones que se cargaban durante la noche.

    En 1953 se vieron en la necesidad de modificar este sistema de transporte por ser precario, costoso y porque el volumen de material que se transportaba, un promedio de 200 toneladas diarias, resultaba insuficiente. Así pues, sería en 1956 cuando se inicia la explotación de la cantera Donosa, situada en la peña de Ranero, tras su adjudicación mediante subasta.

    Y es al año siguiente, el 28 de diciembre de 1957 cuando una explosión en la cantera  propició el descubrimiento de la cueva de Pozalagua, conocida por albergar una de las concentraciones de estalactitas excéntricas más importantes del mundo, como podemos constatar en la actualidad.

    EL ÚLTIMO TRANVÍA, AÉREO.

    La explotación de la cantera prosiguió y dadas las características topográficas de la zona se construyó un tranvía aéreo monocable para trasladar el mineral de la dolomía desde la cota del actual Parketxea de Armañon hasta la estación de descarga del barrio Ambasaguas donde se procesaba. El trazado cubría cerca de tres kilómetros con un desnivel de 281 metros y una pendiente del 9%, asentado en 27 caballetes metálicos, con alturas variables entre 2,50 y 35 metros, llegando a trasladar hasta 90 baldes a la hora, a una velocidad de 2m/sg y con una capacidad útil de 330 kg.

    El tranvía aéreo de Dolomitas del Norte procedía de la mina Mame de Trapagaran, próximo al poblado minero de La Arboleda. Este tranvía se construyó para dicha mina en 1929, siendo adquirido a finales de los años cuarenta para las instalaciones de Carranza. Se trata por tanto de una instalación más antigua que la propia fábrica.

    El tranvía aéreo

    UNA CHIMENEA DE ALTOS HUMOS.

    En este contexto, la actividad de la fábrica comenzó a producir problemas medioambientales en el entorno, fundamentalmente debido al polvo y a los humos. Para paliarlos se trasladó la estación trituradora a las cercanías de la cantera y se instaló en la fábrica una nueva chimenea de 52 metros de altura que en la actualidad podemos seguir contemplando con su valor simbólico, evocador de la actividad industrial ya desaparecida.

    El tranvía aéreo estuvo en funcionamiento hasta 1976, siendo el último de Bizkaia, fecha en la que finalizó el contrato de arrendamiento de la cantera de Pozalagua y fue denegada su prórroga debido al grave peligro que suponía para la cueva de Pozalagua, situada en las inmediaciones de la cantera.

    La fábrica dejó de producir y cerró el 20 de junio de 1990. Sus instalaciones fueron derribadas en 2002, exceptuando la oficina, la chimenea y el cuerpo que alberga la maquinaria de descarga del tranvía aéreo.

    Hoy en día aún son visibles 12 de los caballetes del tranvía que, junto a la estación de carga y descarga que aún conserva sus poleas, volantes, barra carril, engranaje y otros elementos, constituyen los últimos vestigios existentes en Bizkaia de este sistema de transporte aéreo tan presente en los paisajes mineros. La cantera se ha transformado en un anfiteatro con capacidad para dos mil personas, donde se hacen conciertos y actividades culturales; en la estación de trituración y carga del tranvía aéreo se ha instalado el Centro de Interpretación del Parque Natural de Armañón y Zona de Especial Conservación de Ordunte; en las oficinas de la empresa se encuentra la oficina de turismo de Carranza/Karrantza; y la estación de descarga es la que acoge el Museo Antigua Fábrica de Dolomitas.

    Fábrica Museo de Dolomitas

    Entradas y visitas a la Antigua Fábrica de Dolomitas.

    La visita al Museo Antigua Fábrica de Dolomitas nos permitirá admirar y comprender la historia de una zona tradicionalmente minera. En este edificio, además nos mostraran el proceso minero de extracción, transporte y tratamiento de la dolomía, destacando el tranvía aéreo como principal ingenio.

    Este recurso turístico podrá visitarse con cita previa. Para ello, hay que contactar con la Oficina de Turismo del municipio, situada junto al propio museo y con teléfono de contacto 946 806 928. Si bien, dada la actual situación sanitaria, se han tomado todas las medidas necesarias para poder visitar estas instalaciones con seguridad. Así, se hace obligatorio reservar previamente en el teléfono 661537712 o por e-mail a museodolomitas@gmail.com, siendo necesario acudir con mascarilla.

    Horarios y precios del Museo Dolomitas.

    Horario

    • Sábados: de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00.
    • Domingos: de 11.00 a 14.00.
    • Resto de días con reserva previa.

    Precios

    • Tarifa general: 5 €.
    • Tarifa reducida (8 a 16 años, jubilados y grupos): 3 €.
    • Menores de 8 años: gratis.

    Descuentos y ofertas para ver el Museo Dolomitas.

    Existen promociones para visitar el Museo y la cueva de Pozalagua, por un precio especial. Tan sólo se necesitará presentar la entrada de la visita a cualquiera de estos establecimientos en las taquillas del otro.

    Otra fórmula es alojarte en alguno de los establecimientos concertados de Las Encartaciones. Así, contarás con bonos descuentos para múltiples lugares, no acumulables a otras ofertas.

    Cómo llegar al Museo Antigua Fábrica de Dolomitas.

    El Museo se ubica en pleno corazón de Las Encartaciones, en el Barrio Ambasaguas, junto a la oficina de Turismo de Karrantza (Bizkaia), sita en la carretera BI-630 (Karrantza-Balmaseda). Nos resultara fácilmente localizable si tomamos como referencia su altísima chimenea que se eleva al lado del edificio principal de esta antigua fábrica.

    Entorno y alrededores del Museo Dolomitas

    Además de la visita a esta fábrica, esta localidad vizcaína ofrece al visitante un sinfín de planes para disfrutar en familia o con amigos. Destaca la visita a la cercana cueva de Pozalagua, toda una catedral subterránea llena de espectaculares estalactitas y estalagmitas, y complemento ideal para vuestra excursión.

    Fte.: youtube – KDM Dolomitas promo. Video promocional del Museo minero Dolomitas del Ayuntamiento del Valle de Karrantza.

    La visita al Museo Antigua Fábrica de Dolomitas no te defraudará.

  • Qué hacer en Las Encartaciones: tradición y naturaleza.

    Qué hacer en Las Encartaciones: tradición y naturaleza.

    Descubre los mejores planes que hacer en Las Encartaciones y en su privilegiado Valle de Karrantza.

    Ven a Las Encartaciones / Enkarterri y descubre la comarca más occidental de Bizkaia. Este territorio, limítrofe con Cantabria y Burgos, ofrece inmensas panorámicas, además de un rico patrimonio cultural y gastronómico, y todo en plena naturaleza. La comarca constituye la perfecta unión entre tradición y naturaleza.

    En Gailurretan, estaremos encantados de recomendarte actividades para toda la familia y planes con niños. Además de los espacios naturales, son muchos los lugares a visitar, el arte y cultura que ver, las rutas a recorrer, el turismo activo por realizar y alguna propuesta de salud y bienestar.

    Descubre un montón de planes en plena naturaleza, a un paso de Bilbao.

    PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO:

    Ruta arquitectura eclesiástica:

    Tenemos al menos una iglesia por cada concejo a cada cual más espectacular además de diversas ermitas, destacando la de Santa Cecilia en el barrio de Santecilla y la de San Bartolomé en Aldeacueva, construidas en los siglos XVII y XVIII, entre otras. Una ruta te ayuda a visitarlas.

    Que hacer en el Valle de Karrantza
    Iglesia de San Bartolome en Aldeacueva.

    Ruta arquitectura civil:

    Diseminados por el Valle se encuentran diferentes Palacios de nobles locales como el de Villapaterna, Trevilla, Vicario, o la antigua casa-torre Elkano; y un rico muestrario de Casas de indianos, que muestran el movimiento migratorio de los siglos XIX y XX.

    Que hacer en Las Encartaciones y el Valle de Carranza
    Chalet Harnáiz en el barrio de Concha

    Rutas de masones y templarios:

    La primera transcurre por el barrio de Biañez en torno a la figura de Romualdo Chávarri y la Iglesia de San Andrés que albergaba pinturas renacentistas del siglo XVI. La segunda en el barrio de Ahedo, nos confirma la existencia de templarios cuyos restos descansan en la Iglesia de San Miguel.

    Estas rutas se pueden organizar de manera guiada desde Gailurretan en colaboración con Leykatur y Karrantza Gastronomika Turistika descubriendo deslumbrantes historias llenas de sorpresas y secretos.

    VILLAS MEDIEVALES:

    Lanestosa:

    A 17 km. Villa encartada y la más pequeña de Bizkaia, indemne al paso del tiempo. Sus callejuelas empedradas y sus casonas de balcones corridos, han conservado la misma estructura desde su fundación en el siglo XIII.

    Balmaseda:

    A 35 km. Primera villa de Bizkaia con reminiscencias medievales, que desarrolló durante siglos una intensa actividad comercial y artesanal. Merece la pena ver sus iglesias, el convento de Santa Clara o el popular Puente Viejo.

    Ambas villas se pueden conocer también a través de visitas guiadas programadas por el propio ayuntamientoAlboan, respectivamente.

    MUSEOS:

    Antigua Fábrica Dolomitas

    A 8 km. (Bº Ambasaguas – Karrantza). La Fábrica Dolomitas es una antigua estación de descarga reseñable por su tranvía aéreo. Una manera de retroceder en el tiempo y conocer la importancia de la industria minera en el desarrollo de Enkarterri y Bizkaia.

    Centro Etnográfico del Valle de Villaverde:

    A 20 km. Las antiguas escuelas del Valle de Villaverde (Cantabria) esconden en su interior un viaje en el tiempo para conocer cómo vivieron nuestros antepasados, su vida cotidiana y oficios.

    Museo de Las Encartaciones:

    A 33 km. (Sopuerta). La antigua Casa de Juntas de Avellaneda acoge este museo, que muestra una visión histórica, política, etnográfica y patrimonial de la comarca y de sus habitantes.

    Torre Loizaga

    A 35 km. (Galdames). Una torre de defensa del siglo XIII que acoge un museo de coches clásicos con una colección única en Europa de Rolls-Royce.

    Que hacer en Enkarterri
    Colección de coches clásicos en Torre de Loizaga.

    Museo de Boinas:

    A 35 km. (Balmaseda). Antigua fábrica textil del siglo XIX, en plena revolución industrial, convertida en museo de nuestra prenda más distintiva, la txapela.

    Museo de la Ferrería, El Pobal:

    A 35 km. (Muskiz). Casa-Palacio del siglo XVI que alberga un museo vivo de dos importantes actividades preindustriales de Bizkaia, la fabricación del hierro y la molinería, en un bello entorno.

    Qué hacer en las Encartaciones

    Castillo de Muñatones:

    A 40 km. (Muskiz). Este conjunto monumental del siglo XIV, en el contexto de las guerras de bandos, es la única torre de Bizkaia que merece la calificación de castillo, por su sistema de murallas exteriores. Además, está ligado a uno de los personajes históricos más singulares, el poderoso Lope García de Salazar, hombre de armas y de letras.

    Su visita cuenta con una entrada combinada: Castillo + Ferrería El Pobal 

    ARENATZarte:

    A 40 km. (Güeñes). Un museo al aire libre cuyo objetivo es la interrelación del arte vanguardista con un espacio natural, como es el parque botánico de Arenatza, que te permite pasear entre esculturas y árboles centenarios.

    Cada año en septiembre ARENATZarte se convierte en escenario del mítico Concurso de Vestidos de Papel de Gueñes.

    RUTAS VERDES:

    El Valle de Karrantza así como sus alrededores ofrecen multitud de itinerarios donde practicar senderismo o mountain bike. Además en la casa rural Gailurretan podemos proponer diversas rutas por el Parque Natural de Armañon y los bosques de Ordunte.

    También existe la posibilidad de realizarlas, a pie o en 4×4, acompañado de un guía de Carrantia.

    Monte Kolitza:

    El monte Kolitza coronado por la ermita románica de San Sebastián y San Roque es uno de los picos más emblemático de Enkarterri. Sus 879 m. de altitud ofrecen una impresionante panorámica sobre Balmaseda y los valles circundantes. El alcance de sus vistas le merecieron el título de monte bocinero, desde donde se llamó durante siglos a Juntas Generales con hogueras y toques de corneta.

    Vía verde de los Montes de Hierro, Burdinmendi:

    La Vía Verde arranca junto a la estación de tren del barrio de Traslaviña, en Artzentales. Tiene 42 km y transcurre por espectaculares panorámicas atravesando antiguos túneles del ferrocarril minero. Discurre por los municipios de Muskiz, Galdames, Sopuerta y Artzentales. Se puede recorrer también a bordo de karts a pedales.

    Paseo Itsaslur:

    Antigua vía de tren acondicionada para pasear que coincide con la Ruta de la Costa del Camino de Santiago. Inmejorables vistas del litoral cantábrico a lo largo de sus más de 2 km de distancia.

    ACTIVIDADES AVENTURA:

    Sopuerta Abentura:

    A 35 km. (Sopuerta). Un parque de aventura con tirolinas y juegos en los árboles.

    Mendian Zalziz:

    A 35 km. (Sopuerta). Paseos a lomos de un caballo y en poni para los peques de la casa.

    Ociokart:

    A 40 km. (Güeñes). Uno de los mejores circuitos de Karts de Euskadi para que la gente disfrute de la velocidad.

    Paint Ball Aventuras:

    A 40 km. (Güeñes). Juegos de guerra con pintura en plena naturaleza.

    Bizkaia Park Abentura: 

    A 40 km. (Güeñes). Parque infantil para niños entre 1 y 13 años, con diferentes áreas de juego. Un mundo de piratas.

    SALUD Y BIENESTAR:

    Balneario Termas de Molinar:

    A 9 km. (Karrantza). Balneario construido a finales del siglo XIX de estilo vasco-francés, muy bien conservado, con aguas minero medicinales.

    Orekan:

    Terapias manuales relajantes, aromaterapia, piedras volcánicas, reflexología podal, rehabilitación, envolturas. Ofrece servicios en la propia Casa rural.

    ENOTURISMO:

    Descubre los paisajes de Enkarterri y degusta el sabor del txakoli elaborado en esta comarca a través de las propuestas ofrecidas por bodegas como Virgen de Lorea en Zalla y Bodegas de Galdames, o Casona Micaela en el Valle de Villaverde.

    Asimismo, en nuestro restaurante podrás saborear uno de los txakolis de autor más reconocidos de Euskadi.

    AGROTURISMO:

    Vista Alegre Baserria:

    A 10 km. (Bº Matienzo – Karrantza). En el caserío Vista Alegre se puede visitar las vacas y la sala de ordeño, los prados y la quesería-obrador, explicándote cómo producen su propia leche y elaboran productos lácteos derivados (quesos y yogures) de manera artesanal y ecológica.

    Productos lácteos del Caserío Vista Alegre en el Valle de Karrantza.

    Otros enlaces de interés:

  • Ferrería El Pobal: un museo vivo.

    Ferrería El Pobal: un museo vivo.

    La Ferrería El Pobal se sitúa en el municipio de Muskiz (Bizkaia), a unos 3,5 kilómetros del centro urbano, en la comarca de las Encartaciones, junto al río Barbadún. ​

    Indice:

    Museo Ferrería El Pobal.

    Declarada Conjunto Monumental, es la ferrería que mejor se ha conservado de las muchas que hubo en Bizkaia y la única que ha llegado hasta nuestros días con buena parte de la maquinaria, constituyendo por tanto uno de los rastros industriales más valiosos de todo Euskadi.

    Ferrería Pobal en Muskiz

    HISTORIA

    La historia de este complejo arranca con la construcción de la ferrería original por parte de los Salazar en el siglo XVI, el linaje banderizo que dominaba la comarca desde el Castillo de Muñatones.

    Su época de máximo esplendor corresponde a finales del siglo XVII y el siglo XVIII, en manos de la familia de La Cuadra, cuando se amplió el taller y reconstruyeron toda la infraestructura hidráulica: la presa, el canal, la antepara y el túnel hidráulico, para hacer frente a mayores necesidades de producción. Cambios sustanciales, que se ven aún hoy en gran parte.

    No obstante, buena parte de las construcciones y maquinaria que podemos ver en la actualidad (la fragua, las carboneras, los fuelles de piedra, el martillo o el yunque), son de finales del siglo XIX, cuando se transformaron las instalaciones en un taller metalúrgico, donde se forjaba todo tipo de herramientas y útiles del hierro.

    Esta reforma respondía a las necesidades de los últimos ferrones para continuar siendo competitivos en un mundo tecnológicamente más avanzado. Con estos cambios, la ferrería permaneció en funcionamiento hasta 1965.

    Ferrería Museo Pobal

    MUSEO DEL HIERRO Y LA MOLINERÍA

    En el corazón de una de las más tradicionales zonas mineras se asienta esta antigua fábrica hidráulica en la que se trabajaba el mineral del hierro para elaborar todo tipo de herramientas, sobre todo de uso doméstico.

    Tras un minucioso proceso de restauración, en junio de 2004 la Ferrería El Pobal reabrió sus puertas al público convertido en un museo vivo de dos de las actividades preindustriales más importantes de Bizkaia: la fabricación del hierro y la molinería.

    ESPACIOS DEL MUSEO

    La ferrería es el elemento más singular de este bello y ancestral lugar. Incluye dos salas de exposiciones; las carboneras, donde se almacenaba el combustible para calentar el mineral en el horno; el taller ferrón, donde se disponen el martillo de forja y el horno de fundición, alimentado por singulares fuelles de piedra, movidos por rudimentarias ruedas de madera; y una fragua, en la que se elaboraban objetos metálicos partiendo de los tochos y barras de hierro.

    El conjunto visitable además comprende la vivienda de los ferrones, que en origen tenía el aspecto de una Casa-Torre, del siglo XVI en estilo gótico tardío, que acoge hoy la recepción del museo y una exposición sobre molinos; un pequeño horno de pan; el molino hidráulico, con dos pares de piedras para moler trigo y maíz; la infraestructura hidráulica (presa, canales y anteparas) para retener, encauzar y almacenar las aguas del Barbadun.

    Además, su emplazamiento en un bello marco natural a orillas del río Barbadún es un atractivo añadido a este conjunto. Cuenta con un puente románico, las huertas y los montes de donde se abastecían de carbón y madera.

    Las personas que os acerquéis podréis disfrutar en la visita de dos de las actividades más representativas de la industria vasca tradicional, como son la siderurgia y la molinería hidráulica.

    Visitas y demostración.

    La Ferrería El Pobal puede visitarse de martes a domingo, pero los sábados a las 12:00 el herrero nos sorprende con una demostración en vivo que envuelve en fuego la vieja fragua.

    Ver el funcionamiento de la ferrería y el molino permite vivir de manera didáctica y amena las actividades artesanales de nuestros antepasados. Asimismo, nos muestra el ingenio humano en la obtención de recursos naturales y su transformación en útiles y alimentos. Procesos que merece la pena ser conocidos, conservados y respetados.

    Horarios y precios de la Ferrería El Pobal.

    Aquí os detallamos un resumen con los días y horarios en los que se puede visitar en función de la estación del año.

    De mayo a octubre:

    • Martes a sábado: 10:00 – 14:00 y 16:00 – 19:00. 
    • Domingos y festivos: 10:00 – 14:00.

    Resto del año: De martes a domingo: 10:00-14:00.

    Cerrado: Lunes y días 1 y 6 de enero y el 25 de diciembre

    Los precios del Museo-Ferrería El Pobal se adaptan a los diferentes perfiles de personas que las visitan. He aquí el actual cuadro de tarifas:

    • General: 3,50 € visita guiada.
    • Reducida: 2,50 € visita guiada. Menores de 26 años, mayores de 60 años y grupos de más de 10 personas.
    • Gratuita: Los viernes. Hasta 12 años.
    • Visita guiada con demostración: consultar precios y condiciones en la web.

    Descuentos y ofertas del Museo El Pobal.

    Una fórmula para obtener u precio especial es alojarte en alguno de los establecimientos concertados de Las Encartaciones. Además, contarás con bonos descuentos para múltiples lugares, no acumulables a otras ofertas.

    Cómo llegar al Museo-Ferrería Pobal.

    Barrio de El Pobal s/n 48550 Muskiz (Bizkaia). Junto a la carretera BI-2701, entre Muskiz y Sopuerta, kilómetro 23,5.

    Dirección GPS: 43º17’46’’N / 3º7’34’’O

    ENTORNO Y LUGARES DE INTERÉS:

    Si queremos aprovechar la excursión a la Ferrería, muy próximo a ella podemos visitar un castillo medieval o pasear por una hermosa playa.

    Castillo de Muñatones.

    El castillo de Muñatones, en Muskiz, cercado doblemente por sus majestuosas murallas y el río Barbadún, fue escenario de cruentas batallas entre feudos rivales, que ayudaron a forjar la leyenda aguerrida de los valles encartados en la Edad Media. El castillo fue construido durante los siglos XIV y XV, siendo uno de los elementos más sobresalientes del patrimonio arquitectónico de Bizkaia, declarado Conjunto Monumental.

    Puerto de Zierbena.

    También se encuentra cercano el puerto de Zierbana, que a pesar de las importantes transformaciones del Puerto de Bilbao aun conserva su encanto tradicional, con los barcos de pesca y embarcaciones de recreo. Una buena opción para comer son los restaurantes y bares que rodean el puerto pues ofrecen una amplia oferta gastronómica, basada en las tradicionales recetas de pescados y mariscos.

    Playa de la Arena.

    Es la última playa de Euskadi en su límite oeste, con casi un kilómetro de largo. Uno de los rincones preferidos de los surfistas de la Margen Izquierda del Gran Bilbao. Resulta perfecta para pasear por su arenal o el cercano paseo de Itsaslur y para descubrir los impresionantes cambios de marea.

    Si la información proporcionada en este artículo os ha parecido útil, valoradlo pinchando en las estrellas. Y os invitamos a dar vuestra opinión sobre la Ferrería El Pobal. Eskerrik asko! ¡Gracias por tu ayuda!

  • Museo gratis en Bilbao, al aire libre.

    Museo gratis en Bilbao, al aire libre.

    Ruta por las esculturas de Bilbao.

    El arte no está solo en los museos. Pasea por Bilbao y descubre su museo gratis al aire libre sin precios ni horarios. 

    Las 15 esculturas urbanas fijas más impresionantes de la ciudad.

    Descubre uno de los muchos alicientes que tiene pasear por Bilbao, un museo gratis al aire libre sin precios ni horarios. Si llamativa es su arquitectura, no menos lo es su arte escultural, más de un centenar de obras adorna sus calles, plazas y jardines.

    El Paseo de la Memoria, parte de la regeneración urbanística de la zona de Abandoibarra, ofrece el recorrido donde el arte se expresa con más fuerza y continuidad. Pero toda la ciudad en su conjunto acoge uno de los mejores parques escultóricos urbanos que se puede ver, desde el estilo más clásico al más vanguardista.

    Desde la primera escultura pública de la ciudad, creada en 1890 por Mariano Benlliure para homenajear al fundador de la villa Don Diego López de Haro que aún hoy nos acompaña en la plaza Circular, muchas otras han venido después, ideadas por artistas de calibre internacional. Destaca la famosa escultura de Jeff Koons, Puppy, un imponente cachorro terrier adornado de flores convertido en uno de los principales iconos del Bilbao moderno e instalado en 1997 con ocasión de la inauguración del Museo Guggenheim, como si fuera su guardián.

    Puppy Bilbao

    Así pues, en esta nueva ruta os presentamos una selección de las 15 esculturas urbanas fijas más llamativas, según nuestro criterio, dentro de la amplia colección que reúne Bilbao. Una forma diferente de redescubrir la ciudad:

    1. “Variante Ovoide”, Jorge Oteiza.

    En la plaza en la que se sitúa el Ayuntamiento, se encuentra una escultura en acero de gran tamaño que no pasa desapercibida, con 6 metros de diámetro y casi 8 de altura. Se trata de una reproducción a gran escala de su desocupación de la esfera o análisis del vacío, en la búsqueda de una energía pura que, según palabras del propio escultor vasco, se encuentra dentro del “vacío respirable de las formas”. 

    bilbao_oteiza

    1. Maman”, Louise Bourgeois.

    En la fachada posterior del Museo Guggenheim, podemos observar la famosa araña gigante “Maman” (madre en francés), que mide unos 10 metros de alto, por 11 de ancho y 22 toneladas de peso. Esta araña forma parte de una serie que la artista franco-americana dedicó a su madre, de profesión tejedora, con la que aborda la cualidad dual de la maternidad, a través de la asociación poética de la seda de la araña, empleada tanto para elaborar capullos como para atrapar a sus presas.

    museo gratis

    1. Tulipanes”, Jeff Koons.

    Situada también en la fachada posterior del Museo, se trata de una gran escultura policromada realizada en acero inoxidable con laca de colores luminiscentes. Representa un manojo de 7 tulipanes a modo de grandes globos de colores, de aproximadamente 5 metros, transmitiendo una sensación de ingravidez que contrasta con el material pesado con el que ha sido construida. Temática plasmada en otras conocidas esculturas como Balloon Dog (Globo con forma de perro).

    museo gratis

    1. El gran árbol y el ojo”, Anish Kapoor.

    En el estanque norte del Museo Guggenheim, junto a la ría, se erige esta deslumbrante obra del artista indio consistente en 73 esferas reflectantes de acero inoxidable, asentadas sobre tres ejes. La pieza recuerda el carácter efímero de nuestro mundo, en un juego en el que cada esfera no sólo refleja las contiguas, sino que también se funde con el paisaje, reflejando la silueta del Museo y la arquitectura circundante en un proceso sin fin.

    1. Escultura de niebla – nº 08025”, Fujiko Nakaya.

    En este mismo entorno, el estanque posterior del Museo, la artista japonesa ha creado una escultura intermitente que sólo se ve cuando las mil toberas situadas al efecto escondidas bajo el agua, empiezan a lanzar sus fuentes de niebla, experimentando así un contraste visual fugaz de gran belleza estética entre el agua y el titanio.

    1. Explorer’s book”, Sir Anthony Caro.

    Ubicada junto a la pasarela Pedro Arrupe, esta pieza de acero y hormigón, compuesta de restos de anclas de barco, recuerda a un gran libro abierto. Simboliza la tradición marinera de Abandoibarra y su enlace con la historia de la ciudad, expresando la síntesis personal, entre figurativa y abstracta, del autor londinense. 

    1. Judith”, Markus Lúpertz.

    Continuando por el paseo de la ría, junto al puente que cruza a la Universidad de Deusto, nos encontramos con esta obra del escultor alemán. Está realizada en bronce moldeado, con más de 3 metros de altura y cerca de 1.500 kilos de peso, en la que destaca su rostro sobre el resto, y representa a una heroína bíblica. Según el mito, la heroína hebrea Judith sedujo al general asirio Holofernes para degollarle, y exhibir su cabeza ante el ejército enemigo que se dio a la fuga, salvando así al pueblo judío de Bethulia. 

    museo gratis

    1. Maia”, William Tucker.

    Sin salirnos del paseo de la ría, situada entre la pasarela Padre Arrupe y el puente de Deusto, se halla esta obra realizada en bronce de 3 metros de altura y de 3,5 toneladas de peso. Evoca a una mujer embarazada que emerge del interior de la tierra. El volumen es biomórfico y expresa con rotundidad la movilidad del despertar mediante una superficie accidentada, llena de protuberancias y cambios. 

    1. Sitios y lugares”, Angel Garraza.

    Entre el puente de Deusto y el Palacio Euskalduna, se asientan dos piezas de hormigón alicatadas con baldosines cerámicos circulares que, a modo de piel, dinamizan su percepción unitaria. Evoca una relación antropológica con el entorno físico a partir de la forma de los kaikus (tradicionales recipientes pastoriles de madera utilizados para cocer leche o fabricar quesos), agigantados y sin capacidad de contenedor. Uno se apoya sobre la base y el otro está como tumbado, recordando en palabras del artista navarro “el sitio donde vives y el sitio del alma”.

    museo gratis

    1. A la deriva”, José Zugasti.

    Emplazada en el Parque de Ribera junto al Palacio Euskalduna, se dispone esta composición espacial constituida por aros de acero compacto de 42 milímetros de grosor, cuyos dibujos en el aire dan la sensación de ir cayendo estrepitosamente desde una altura de 5 metros. La pieza quiere homenajear al pasado naval y siderúrgico del lugar que la obra ocupa junto a la Ría, expresando la metáfora del desgaste y aspirando a ser parte de la memoria de una época industrial. 

    1. Terpsicore, la Musa de la Danza”, Salvador Dalí.

    Situada junto al junto al estanque del Palacio Euskalduna, se encuentra una bailarina que no muchos saben que es obra del artista catalán. Esta escultura que mide más de 5 metros de altura y pesa alrededor de 2.000 kilos, es la número uno de una edición mundial de dos esculturas cuyo molde creó Dalí en 1971, siendo fundida por primera vez expresamente para su instalación en Bilbao. 

    Terpsicore_Dali

    1. Dodecatholos”, Vicente Larrea.

    Ubicada en la entrada del Palacio Euskalduna se asienta esta obra de hierro que representa un torso humano con los brazos en alto y que pesa alrededor de 72 toneladas. Con esta obra de superficies ondulantes llenas de concavidades, también llamada Trabajos de Hércules, el escultor vizcaíno quería honrar el esfuerzo de los muchos obreros de la industria del Gran Bilbao.

    1. Lugar de encuentro IV”, Eduardo Chillida.

    Junto al Museo de Bellas Artes, se sitúa esta escultura realizada en hormigón armado de 16 toneladas de peso, que representa un espacio habitable y de convivencia para el individuo y la sociedad, a los que se intenta aliviar de sus tensiones. No es la única escultura del escultor vasco que podemos encontrar en Bilbao. En la Plaza Circular se dispone “Elogio al hierro III”, y situada frente a la Pasarela Padre Arrupe “Begirari IV”.

    1. “El paseante”, José Ramón Gómez.

    Muy cerca de Gran Vía, junto al edificio de la Diputación Foral, en la calle Arbieto, se encuentra la escultura de un viajero anónimo ataviado con su paraguas y su gabardina que recorre la ciudad descubriendo sus rincones y observando a los peatones con los que se cruza.

    1. La exorcista”, Manolo Valdés.

    Finalmente, situada en la plaza del puente de Cantalojas, se asienta una dama de bronce que forma parte de una serie de “esculturas habladoras”. Ha sido realizada en colaboración con el escritor Mario Vargas Llosa, al llevar inscrito sobre su rostro un texto compuesto por el Premio Nobel. Una combinación de imagen y poesía que trata de conjurar y exorcizar todo peligro.

    Seguro que nos hemos dejado alguna escultura interesante en nuestro paseo por Bilbao. Estamos abiertos a vuestras sugerencias. Haz crecer nuestra lista. Y si el artículo te ha gustado, valóralo con las estrellas que ves aquí abajo y compártelo. ¡Gracias por tu ayuda!